Es muy difícil que yo recuerde un sueño, tiene que ser
muy absurdo para que lo registre. Es precisamente por lo absurdo que me
despierto y tomo consciencia del sueño.
Cuando soñé que rastreábamos un ovni con mi hermano.
Lo detectábamos al observar, cómo la pala que él llevaba, se elevaba atraída
por el magnetismo.
Otro día soñé que veía brillar la luna llena y se
producía una explosión, que, como un eco, llegaba a la tierra. Vi caer la luna
en semicírculo y perderse en el horizonte por el este, pasados unos minutos
regresó por el oeste hasta llegar a su lugar primitivo, pero ya había perdido
su brillo y le faltaba un pedazo, esto me hizo recordar con poca simpatía a los
americanos del norte y sus experimentos.
En otro de mis sueños fantásticos, me veía recorriendo
un castillo del medioevo.
Estaba tomando té con el anfitrión cuando me desperté.
Lo curioso fue que estaba hablando en inglés, idioma del que yo, sólo tengo
conocimientos básicos.
Pero hay un sueño que se repite y lleva relación con
una casona muy antigua, a la que me veo llegando a pie o en auto, tiene una
torre, a ese atalaya, llego volando algunas veces, pero no en avión ni en
helicóptero, sino por mis propios medios.
Por mi trabajo tengo que hacer inspecciones a los
departamentos de estadística de los hospitales, para que se realicen las
normas, con la seriedad que reclama la Organización Mundial de la Salud.
Un buen día tuve que inspeccionar los hospitales del
partido de Chascomús y la localidad de Lezama que están en la provincia de
Buenos Aires. Ésta última tiene una población bastante pequeña con un hospital
de enfermos crónicos, —en su mayoría ancianos—.No pude terminar el trabajo ese
día, por lo que tuve que pensar en un lugar donde dormir. Le pregunté al
Director y me dijo que podía hacer noche en una quinta que él tenía.
Me recibieron los caseros.
Grande fue la sorpresa que me llevé, al llegar a la
quinta. Allí estaba la casa con la que yo había soñado tantas veces, con su
atalaya.
Cuando me llevaron a recorrerla, yo iba
describiéndola.
Por lo que el casero, me preguntó:
-¿En qué año estuvo, señora?