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martes, 18 de septiembre de 2018

RUTA A VALENCIA



En busca de mejorar nuestra situación económica, Ricardo y yo nos trasladamos a Valencia con Lali nuestra pequeña hijita.
Uno tíos míos le consiguieron trabajo a mi marido en una fabrica textil, y yo pude más tarde trabajar como coordinadora de turismo, ya que tenía un título habilitante a nivel terciario. 
Tomamos en alquiler un pequeño chalet ubicado a veinte kilómetros de mi trabajo en Valencia.
Al  poco tiempo de llegar, me enteré de que en los últimos meses, más de quince personas habían desaparecido misteriosamente, en la ruta que los llevaba a Valencia. No se sabía la razón exacta. Yo, por mi parte, no le había dado mayor importancia a estos sucesos.
Una noche, al regresar del trabajo, conducía por esa carretera, hacia mi casa. Iba con mucha precaución, ya que en el ambiente reinaba una espesa niebla, no muy común en aquella zona. Nunca había visto una niebla tan densa.  De repente, tuve que frenar bruscamente. Me encontré ante un cruce en la carretera... un camino que no había visto nunca.
Llevaba unos meses viviendo allí, pasaba todos los días por el lugar y nuca había reparado en ese camino. Reanudé el trayecto con una sensación de extrañeza enorme, dudaba si realmente había visto un cruce, o era sólo un producto de mi imaginación. Podía haber sido un efecto de la luna en la niebla… pero no… estaba segura que allí había un camino.
Al día siguiente cuando regresaba por esa ruta, al pasar por el mismo punto un escalofrío recorrió mi cuerpo: no había ningún camino allí, sólo árboles y, tras los árboles las sombras se movían fantasmales al borde del despeñadero. Un sudor frío me corrió por la espalda. En ese momento me di cuenta de que si hubiera tomado ese camino hubiese caído por él al abismo.
El suceso me había dejado muy confundida y lo comenté con mi marido, y con unos compañeros del trabajo al día siguiente. Todos rieron, salvo uno que palideció al instante: había oído hablar de esa carretera y de la historia de un camino que aparecía fantasmal, en una noche de niebla densa.